REM KOOLHAAS · La ciudad genérica* · GG mínima

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Este libro lo tengo en carácter de perpetuidad en mi andamio-mesita de noche....
Y me pone nerviosa.... él y sus preguntas.
Y la ausencia de una respuesta "absoluta" que pueda decir bien o mal.
Para variar hay que quedarse en medio. Oscilando respuestas.
Pero si.... pero yo... pero, pero.
Me gusta, claro.



"¿Y si estamos siendo testigos de un movimiento de liberación global: "¡abajo el carácter!"?
 ¿Qué queda si se quita la identidad?
 ¿Lo genérico?"

Rem Koolhaas


AQUI ALGUNOS FRAGMENTOS ESCOGIDOS MAQUIAVELICAMENTE...

SNARKITECTURE · New York














by Alex Mustonen and Daniel Arsham
New York

 






+INFO: http://www.snarkitecture.com/



KAPCER KOLWALSKI · Fotografía aéreo onírica



















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La natural impresión que provocan las fotografías hechas desde el aire podría ser suficiente para emocionarnos pero si adémás esas fotografías cuidan el encuadre, el orden, la poética, la luz y se convierten en imágenes - como llamarlas- completas, en las que parece que cada palito, cada árbol, cada persona ocupa el lugar preciso en la composición entonces, a mi modo de ver, la emoción se convierte en pálpito.

Bonito bonito el señor Kacper aunque si decir que -a mi modo de ver- al señor se le dan mucho mejor las alturas que las bajuras*















+INFO: http://www.kacperkowalski.com/


SANTIAGO DE MOLINA · ¿hay que dar a la gente la arquitectura que se merece? · LA CIUDAD VIVA














Santiago de Molina y su blog Múltiples Estrategias de Arquitectura ya se pasearon por aqui hace unos días, meses, pero como que estoy enganchada a su forma de expresar la arquitectura y su forma de mirar hoy vuelvo a atacar con el último artículo que ha escrito para la Ciudad Viva.


Empiezo el texto por el final.....

"Todos los actores del crecimiento de la ciudad saben que difícilmente es posible en la actualidad otro modo de hacer arquitectura que no ofrezca información y difusión de las obras antes de su resultado final, y que sean capaces de generar un sentimiento de pertenencia y de arraigo a ellas. Enfocar el asunto desde esta óptica parece claro que centra el problema, más que en la producción de objetos capaces de atraer ciudad a su alrededor, en el fortalecimiento de los lazos de la ciudad y la ciudadanía.


Vemos a diario cómo poblaciones y barrios se movilizan cuando sienten que su ámbito urbano está en peligro o sufre alguna agresión. Hoy la arquitectura sola no es suficiente sino está ligada, antes incluso de su nacimiento, a una ciudadanía capaz de darle sustento “afectivo”. La arquitectura puede incorporar estos procesos como un valor. Procesos que la alimentan y que son una fuente de oportunidades para la activación no solo de la forma, sino de los ciudadanos y su compromiso con la arquitectura.

Hoy la pregunta con que comenzábamos debe ser formulada en otros términos, de modo que el implícito sentido de superioridad que contenía, quedara transformado de manera radical. La sociedad, de hecho, exige a arquitectos y políticos, pasar más bien de aquel “la arquitectura que se merecen” a “la arquitectura que todos nos merecemos”.

Incluidos nuestros nietos, y los hijos de sus nietos."


+ TEXTO AQUI : http://www.laciudadviva.org/blogs/?p=10015


+ de Santiago :      http://www.santiagodemolina.com/


Horace Burgess · BIG TREE HOUSE



































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Este proyecto nos gusta a mi y a mi adjunta imaginación.

Es que cuentan que Horace Burgess ha estado doce años para construir su particular cabaña en el árbol.
Y yo me lo imagino al principio, pensando en una pequeña cabaña colgante, con su habitación, cocina, baño.

"La haré pequeñita. Bueno quizás podría poner el baño aparte. Hombre, y ya puestos una habitación con su cama no está mal. Y, que tal si hicieramos un comedor un poquito grande por si vienen invitados?. Pero si vienen a comer necesitarán habitaciones y no haremos solo una. Y con lo que le gusta tocar el piano a Margarita. Va, si, un salón para el piano....."

Y así suma y sigue hasta que el señor Horace ha construido un árbol palacio que ya no cuelga de ninguna rama y que además ha debido bajar al suelo para sustentarse.





















Tom Sawyer, Pipi Calzaslargas y incluso Tarzán serían tan felices en el big tree.

Horace dice que fue Dios el que le dijo "a por ello" y que además matizo con "si lo haces, el material te saldrá gratis". (mmm).

Dispensador de información: Guilhem senges.




Philip Glass · Façades (1982) · NUEVA YORK











* Una persona inexistente a la que tengo especial cariño me ha hecho un regalo.

Façades, un domingo recorriendo Nueva York y música de Philip Glass.
Justo hoy. Recién aterrizada en la ciudad después de una fuga a los desiertos.

Me ha hecho ilusión.

El video, la música, me gusta y asusta*
Entra en la ciudad y la disecciona.
De arriba a abajo.
De frio a calor, de arriba a abajo, de hueso a carne.
Oigo de fondo a alguien que dice Wim Wenders, Wim Wenders....

Gracias señor*




Cuentan....

The music was originally intended for the Koyaanisqatsi film. The visual montage it accompanied consisted of scenes from New York's Wall Street on a Sunday morning...

+INFO: http://www.philipglass.com/music/compositions/facades.php

LA HUERTA DE MONTECARMELO · Huertos de ciudad al orden* · Madrid

















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Desde hace tiempo voy viendo y descubriendo nuevos proyectos de huertos urbanos ordenados, regulados.
Nacen a  imagen y semejanza de los que desde siempre han existido en los límites de la ciudad:

Los huertos de "periferia", ubicados entre autopistas, ríos, rotondas y vacíos.
Huertos que ocupan espacios entre autopistas, espacios vacíos, espacios que nadie quería.
Huertos nacidos y definidos por un azar que luego se convirtió en espacio privado y en territorio con nombre.

El desorden ordenado, las vallas hechas de persianas, las casas hechas de porciones y la propia decoración y ordenación de su anárquico territorio forman parte de ese paisaje. Un paisaje del haz lo que quieras que aqui puedes.

Ahora, esos huertos invisibles se hacen visibles.

Y surge el huerto ordenado.
Los nuevos proyectos, surgen desde entidades públicas y privadas que adecuan solares y espacios para repartir trozos de tierra por sorteo, pagando o por rotación.
Lugares bonitos, con casetas y parcelas diseñadas.

Y como siempre me surge el debate.
Está bien porque aplauden la lógica del que estuvo desde siempre.
Miedo me da porque cuando las entidades se fijan en algo y se ponen ordenar acostumbran a ponerse nerviosos ante lo que sigue en desorden, en libertad...

Iremos viendo que acontece.
De momento, aqui dejo este proyecto que me envió alguien.
Es curioso....tiene un puntirrinín de pijeria agrícola extraño pero la idea es bonita, práctica y rentable.
¿Porque no?













La huerta de Montecarmelo.

Tienes tu parcela. Con tres "diseños" a elegir. Pagas una cuota que varía según quieras conrearlo tú o que te lo conree otro. Y el contrato es mínimo a un año vista.

Os dejo su página y el link que me mandaron con "la historia" (...).



Dispensadora de información: Judit Reig
+INFO: http://lahuertademontecarmelo.com/
http://www.elpais.com/articulo/madrid/Huertas/limite/ciudad/elpepiespmad/20110419elpmad_12/Tes

GERRY JUDAH · Arquitecturas en ruinas*

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Vamos a empezar despacio para no marearnos....
Después de estos días de paisajes de abandonos, ruinas y desiertos me encuentro con Gerry Judah y sus "pinturas en ruinas".
Bonito enjambre arquitectónico.






















+INFO: http://www.judah.co.uk/paintings/









Gerry Judah's maternal and paternal grandparents came from Baghdad to settle in the already established Baghdadi Jewish community in India and Burma. His mother was born in Calcutta and his father in Rangoon. Gerry Judah was born in 1951 in Calcutta and grew up in West Bengal before his family moved to London when he was ten years old.
As a boy, the dramatic landscapes of India and the ornate architecture of its temples, mosques and synagogues with their theatrical rituals had a profound effect on Judah's developing psyche. These theatrical elements were to resurface in his own later work. Austere London, still in its post-war drab, was a shock to the young boy, and he chose to spend as much time as possible in his bedroom conjuring up with pencils and paper imaginary landscapes, architectural fantasies and futuristic cars.

DÍA 11 · Diario de ruta · 2+1 · Final de trayecto · Matarraña · Alcover · Barcelona

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Hoy será un dos por uno.
Regreso.
Ayer abrí ojo en el Matarraña.
Nube y lluvia y la furgoneta irradiando humedad.
¿Visitante, que hacemos?
Tres llamadas y tenemos una casa en Valls.
Camas blandas, ducha, comida, la casa vacía y las llaves escondidas.
Olé y allí vamos.
Desayuno en Calaceite. Que bonito. No me canso de pueblos en cuestas.
Aqui el adobe y la piedra conviven con cal y ultramar.
Por las calles bastones y viejetes que miran con susto.
Desayuno con un Papa de Roma que bendice a viva voz y dos bocadillos de tortillas y aceites que obligan a dilatar bocas.
En la cooperativa compramos.
Aceitunas, aceites y olivadas. Seguimos ruta.
Llegamos pronto. Aún sin pisar autopistas.
Y orgullosa estoy.
1.500 kilómetros y a autopistas y autovías las he visto desde lejos.
Aún se puede viajar sin pisarlas. Paisaje recuperado.

La casa, las persianas, película, descanso y a caminar.
Empatizada con lo antropológicamente observado, paseo de a dos, que así lo hacen las mujeres en España.
Vuelta de rigor con complejo de viejita y a casa de nuevo.

Más película y amanecer con más nubes a las que ignorar.
Desayuno de los que hacen campo, recogida y adios.
Operación retorno.
Objetivo Barcelona.
Lunes de pascua y la intención de volver sin autopista.
Nos esperan a las 2. Una mona de Dora la exploradora y una familia cava en mano.

Alcover, Tarragona, Tarragona, perdición.
Cien rotondas, cien cambios de sentido, el mapa, la vuelta, los coches.
Busco a la N-340.
Nadie la ha visto. Adjunto agobio.
Finalmente una señal.
Dentro.
Engaño.
Traición.
Una autovía.
Y de repente coches.
Y más coches. Y muchos más coches.
Hacen cola en la autovía que luego se hace nacional y yo que miro de reojo a reloj, la una y de reojo a la autopista, fluida.
¿Que hacen todos los coches del mundo en una nacional si la autopista va como la seda y cuesta 3,40?
Especulamos calculando a que debería renunciar una familia de cuatro para ir en autopista.
Todo excusas para poder recuperar a mi carretera soledad.
Llevamos media hora parados.
De repente aflora en mi el deseo de corrupción.
Visitante me mira, flirtea con la radio y me dice un como quieras.
Pienso un instante, vuelta de volante y mi furgoneta se dirige hambrienta a la búsqueda y captura del cartelito azul que me indique "vía rápida" a la vista.

Corazón palpitante. Me estoy traicionando. Es que sino, no llego a la comida. Vendida. Bueno pero he estado diez días sin ellas. Rabia. Que rabia si es que es normal. Ya está. El viaje terminó ayer porque dijiste que eran diez días.

Incorporación a la autopista, velocidad, extraña euforia bipolar.
Veo la vía rápida abriéndose. Colapso. Quiero pasar.
Bajo la ventana, saco la mano.
Paso, paso, por favor.....PASO!!! (.....)
Enajenada. Una autopistera profesional.
Me cuelo. Vía rápida. (adjunto un jeje).

Llego a Barcelona. Entro por Litoral.
Veo a Colón señalándome con el dedo.
Tú!.
¿Yo que?
Barcelona.
Me reciben 100.000 turistas hacinados en un bus turístic y 100.000 pisando asfalto.
¿Puedo o no puedo quejarme?
¿Al final que he sido yo?
Agh. Me quejo.
Parking, casa, ciudad.

*Matiz..
Me he preguntado varias veces porque empecé a diario de ruta y con que intención.
Desde luego la respuesta no es el exhibicionismo.

Es el decir viajar despacio.
Es el decir viajar imprevisibilidades.
Es el decir viajar pequeño.
Es el decir viajar recorriendo.
Es el decir viajar uno.

Espero que se haya disfrutado del viaje.

MAÑANA, NORMALIDAD.

Fin de trayecto*

DÍA 10 · Diario de ruta · De ciclismos y tormentas · Matarraña · Matarraña


*
Despertar en el camping de los viñedos.
El camping del silencio.
Mirar al cielo. Despejado a medias. Bicicletas y ruta.
Vamos a arriesgar.
Estirar músculos para superar noche de frío y furgoneta con sueños incluidos y a Horta de san Joan.
Allí dejaremos la furgoneta y a la pobre bicicleta de ciudad desmontable de visitante.
No aguantó al viaje y petó.
Nos equipamos con alforja albergadora de galletas, manzanas, tabaco y el dinero para el premio vermut.
40 kilómetros por delante y aseguran que son planos.
Luego nos recogerán.
Empieza.
A la vista, slalom de familias, con bicicletas, gritos y broncas.
Avanzamos. Montañas y paisajes de los bonitos.
El camino, un vía verde, léase una antigua via de tren que han convertido en camino de bicicletas y osados caminantes.
Nos han advertido. Coged luces para los túneles.
Claro. Claro.
Nuestra incipiente lámpara led nos mira como quien avecina que ella sola no podrá.
Primeros túneles iluminados.
Paisaje de barrancos, puentes, ríos y que ganas de bañarse dicen mi forro polar, mi chaqueta y mis 4 camisetas.
Un puente sin iluminación. 50 metros.
Je. Nos burlamos. Otro. Je. Nos reimos.
¿Y para esta chorrada necesitabamos luces?
Y llega él. El túnel.
No se si fueron 200 o 300 o 400 metros.
Oscuridad absoluta.
Dentro grita un niño.
Pero él, tiene lámpara.
Nosotras, no.
Visitante lleva su incipiente led.
Yo quiero presumir de valentía y avanzo a ciegas, sin bajar de las dos ruedas.
Grava, gravilla, piedra....muro.
Primer choque frontal y una mano magullada.
Visitante grita un me mareo y por dios que llegue la luz.
Hay que avanzar.
Nos adelanta un niño iluminado.
Intentamos alcanzarlo.
Otro choque muro.
De aqui no salgo.
Adios sol. Adios mundo.
Una luz.
El final del túnel.
Ahora entiendo la expresión.
Mierda.
Otro túnel.
Más de lo mismo.
Pasamos la catarsis.
De premio. Manzana, príncipes y cigarros con barranco y agua.
Un señor me pide que utilice su cámara para retratarlo junto a si hija.
Lo hago y me digo un mira que niña más valiente.
Contínuamos.
Llevamos 30 kilómetros y cambia el paisaje.
Llega el río y Ebro y con él los naranjos, las masías y un cielo encapotado.
"Creo que va a llover".
Visitante afirma que no.
Una gota. Dos gotas. Tres gotas.
Chubasquero.
10 gotas. 100 gotas.
Los túneles se acabaron.
Vemos gente resguardada.
"Va. Continuamos que ya estamos llegando y tampoco cae tan gorda".
Dicho y hecho.
En tres minutos el diluvio universal nos invade, cala y ataca y veo el arca de Noe pasearse burlesca ante mi.
Tú no fuiste elegida.
El agua me invade.
"Un tunel visitante!! Un tunel!".
Parada y fonda.
10 minutos hasta que el agua cala los huesos y como quien estuviera en Groenlandia luchandos por sobrevivir tras 15 días de travesía, decidimos continuar.
500 metros más allá aparece el pueblo.
Un bar. Queremos un bar.
Llegamos, nos miran, se ríen.
Yo no. Un vermut, soda, berberechos, patatas y aceitunas.
Me siente y creo un charco.
Comemos. Tenemos 30 minutos hasta que venga la furgoneta a buscarnos.
Deglutimos y un cordial caballero nos regala dos rosas.
Es sant Jordi. Ilusión. Lo comparto con él repitiendo la palabra gracias demasiadas veces.
Me gusta sant Jordi.
Llega la furgoneta.
Yo digo a visitante que esto no es el Titanic y que aqui no va a morir nadie asi que nada de dejar paso a niños y mujeres mayores. Tonto el último (por favor no quiero ofensas que luego hay quien se queja).
Al primer lugar de la furgoneta y conversación amena con conductor.
Nos devuelven la compostura, nos tuneamos de pies a cabeza una vez en la furgoneta y a comer.
Las cinco de la tarde. Plato combinado en Valderobles y vuelta al camping secreto.
Libro, vino, libro, vino, libro, vino.
Furgoneta de nuevo.
Pongo cortinas, despliego sábanas y a tiritar.
Fuera, llueve.

DÍA 9 · Diario de ruta · Rompiendo las horas · Calanda · Matarraña

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*
Diluvía y a las doce del mediodía se rompen las horas de Calanda.
Y no dejan de llegar coches, furgonetas y caravanas.
Dice uno de los visitantes que si llueve se queda de cañas en el bar.
El resto, chubasquero y bambas.
Doce menos cuarto.
Es la hora.
Deja de llover.
A la plaza.
A las doce se reunen cientos de tambores. Más que ayer.
Con ellos, cientos de curiosos, fotógrafos y cámaras de televisión.
Yo y visitantes entre ellos. Buscando a la calle estrella.
La tenemos. Delante, tambores, tamborcillos y tamborones.
12:57. Reclaman silencio.
12:00 Explosión.
30 minutos de pom pom alucinantes y luego dispersión.
Cada grupo coge una calle.
Intentas huir.
La cabeza como un bombo. Y nunca mejor dicho.
Están en todas partes.
Imposible huir.
Llegamos al hotel.
Contínua el pom pom y nos vamos.
Furgoneta, coche y al rio. Picnic.
Mantel, comida, río, felicidad...... lluvia.
Recogernos en la furgoneta y despedida de dos visitantes. Adios.
Alguien toca un ukelele.
El resto, nos vamos hacia la comarca del Matarraña.
A mi camping secreto.
Llegamos.
Viñedos, olivos, montañas, silencio y un vino de bienvenida.
Hoy, por hoy, fin.

*
Hay video de la explosíón pero el receptor montañero no permite subir ni compartir....
Mañana, desde lugar seguro, comparto...

DÍA 8 · Diario de ruta · De pálpitos y tambores · Calanda · Calanda

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*Matiz...condiciones de edición deplorables.... las fotos "valen" una visita pero se promete un futuro mejor..

Me levanto.
Pom.
Pom.
Tambores en prácticas.
Ha llegado la semana santa.
Han llegado los nubarrones.
Claro. Claro.
A agudizar penas. Que es época de purgar.
Y lo dicho ayer. Hoy no hay coche.
Calanda. Desayuno.
Bicicleta por montes rocosos, bajeras con melocotones y ríos con complejos.
Me encuentro a dos viejetes en un camino de tierra. Cuando ya estoy lejos.
"¿Voy bien para Calanda?"
"Bien vas, bien vas, pero vigila que el camino está fatal. Mira. Mira. Todo rocas".
Veo 3 micro rocas. Gracias.
Luego me cruzo con una motocicleta, un casco y un supersónico con patatas de antaño.
La velocidad rebasa los 5 km/hora. Me grita algo y no es hola. Yo digo Adeu. Toma catalán.
Kilómetros, vueltas y ducha con Nestea. Porque aqui si tienen.

Voy a comer. Quiero poca cosa.
Lo digo, lo expreso, lo impero y sin darme cuenta acabo en un comedor de bodas gigante con miles de familias reunidas que me miran con ojos de estás sola, estás sola, que haces sola.
Justo lo que quería. Adjunto sonrisa irónica.
Yo, digna, busco desesperada cualquier periódico y leo como nunca a todas las noticias mientras me como unas espinacas y un pollo rellleno y me pregunto a quien carajo se le ocurrió pedir un pollo relleno.
La tarde de reposo hasta que toca Alcañiz y recogida de visitante.
Las 6.30. Furgoneta y 19 kilómetros.
Verificado. Alcañíz no es bonito aunque lo imaginaba peor.
Aparco al lado de una plaza de toros y contemplo al parque de atracciones que se han montado para contrarrestar la semana santa. Festival del color y las manzanas de caramelo.
Ahi voy. Me compro unos churros de chocolate y así me fundo entre el barullo. Una más.
La máquina de fotografías de incógnito.
Luego la iglesia. Lugar de peregrinación social.
Chismorreo del hola que tal, contemplación ajena y vírgenes y flores preparadas para andar. Será esta noche.
Paseo y llega el visitante primero.
Hola, hola. Perdona, no me acuerdo de hablar.
Vamos a Calanda y llaman otros visitantes. Ya llegamos.
Saludos, holas y un pueblo que palpita tambor.
Las 10, las 11, las 12.
Tambor.
Silencio.
Noche.
Empieza el repique.
En las calles, hombres, mujeres, niños y el lila hacen repicar al tambor.
Caminan despacio. Los megáfonos los detienen.
Oración. Paran todos. Vuelve a empezar.
Los seguimos. Paran.
Una esquina y aparece…
El monte del Calvario.
Tierra y curvas en ascenso, fuegos que iluminan el camino, una ermita en lo alto y cientos de tambores que en orden e hilera ascienden al monte.
Temblor corporal.
Arriba una cruz azul.
Pom, pom.
Pasan los nazarenos, las cruces y las verónicas. Descalzas y encapuchadas.
Me pregunto donde estoy.
Pom, pom.
Una hora, dos horas, casi tres. Mañana habrá más.
Ahora a dormir.
Nos vamos bajo el repique.
Pom, pom.
sueño.

DÍA 7 · Diario de ruta · De vértigos y curvas · Cañete · Calanda

*

*
Despertarse a las 8 en la habitación con ventana muro.
Maleta cerrada y al piso de abajo pasando por 5 jarrones de flor plástico muy sugerentes.
Abajo el bar y, en el bar, una pecera y, al lado, una mesa.
Mía. Contemplación matutina.
Hay muchos peces de colores y uno, parece serpiente.
Me pregunto como deben ver el mundo desde allí.
Lo se. Las peceras tienen espejos y no ven nada pero da igual.
Yo me imagino que son peces exóticos venidos del amazonas a Cañete y sonrío.
Del trópico al chorizo.

Hoy toca carretera y curvas y la verdad, estoy cansada.
Me gustaría descansar pero mañana llegan visitantes a mi ruta y hay que recoger al primero en Alcañiz.
Aplomo de cordura, rellenar el tanque de gasolina y adelante concursante.
El paisaje vuelve a ser mío.
Y aparecen ríos y chopos, todo de color claro y con casas incrustadas en las piedras.
Delante aparece un cristo en lo alto de un monte. Vista de las que una querría raptar.
Debajo un pueblo y me digo un quiero subir.
Pregunto al "cuelga banderines santos".
Me dice por allí. Por detrás de la iglesia. Y no me advierte.
Furgoneta y yo nos dirijimos a la parte de atrás del pueblo donde -y como en la mayoría de los pueblos - se esconden las abandonadas casas de piedra y cal.
Un camino rojo sube hacia arriba.
Lo veo estrecho, derrapante y empinado pero digo ahi voy.
Empiezo a subir.
Me muero.
Mi furgoneta se muere.
Ella nunca fue amante del riesgo y su tracción animal es nula.
Vamos subiendo y el sudor y vértigo también suben.
Curva cerrada. Pánico atroz. Parón. Freno de mano. Hacia atrás. Hacia el barranco. Arriba.
Insisto. Me muero.
Llegamos al cristo. La ascensión.
No quiero pensar en bajar. Dibujitos y tralalas. Transtorno evitativo, le llaman.
Bajamos. No hay comentarios, solo sudores.
Continua el viaje pensando en el cansancio.
Horas y horas, kilómetros y kilómetros y la capacidad de sorpresa menguando.
A pesar de eso, hay voluntad que dicen que hay que penitenciar (¿?).
Y voy pasando, sigo pasando, por pueblos increibles con nombres increibles que, aún siendo minúsculos merecerían 3, 10, 20 días de visita lenta. De observación de texturas y enanos paisajes.
Paso por Teruel sin detenerme y paso autopistas diciéndome a mi misma "míralas", que rápidas ellas.
Yo por mis carreteras y mis curvas.
Vuelvo a consultar por enésima vez (debo llevar más de 1000 detenciones y consultas) mi mapa de carreteras del 2006 y hay que seguir por esta carretera.
Opto por una más pequeña y más bonita.
De repente cementerio de 45 metros cuadrados y una montaña blanca. Me paro en la carretera.
Hora de comer.
Abro puerta de atrás, me siento, entra el aire y como.
Pienso en lo que veo. En la emoción.
¿Cúal debe ser la mejor manera de digerir, de guardar la emoción de un paisaje?
A menudo siento que no lo estoy sintiendo lo suficiente. Que debería vivirlo más.
La pintura siempre fue buena compañera.
Quizás debería comerme una roca.
Más.
Hay que decidir donde dormir.
Me voy acercando a destino y decido ir a Andorra (si en Teruel hay un pueblo que se llama Andorra).
Horror. Pánico. Me largo y no puedo más. Hoy, desespero.
Quiero un hostal ya.
Llego a Alcorisa porque no quiero dormir en Alcañiz que ya se que es feo y grande.
Alcorisa tampoco me gusta, no consigo detenerme y no veo hostal.
Calanda estaba descartado intuyéndose un pequeño Alcañiz pero es la única oportunidad de la zona.
Y el viernes lo pasaremos allí porque ese día, a las 12 se rompen las horas a golpe de tambor.
He visto videos y lo intuyo de pálpito.
Llego a Calanda. Hostal de ladrillo marrón y balcón de aluminio de los que me provocan alergia.
Pero el pueblo me gusta y no puedo más. Mío.
Ole mi habitación. Mañana ya recuperaremos al camping.
Lo dejo todo y salgo a pasear.
Empieza la búsqueda de fachadas porque aqui, ya es zona de cal y ultramar.
Van apareciendo.
Yo voy contestando feliz a las muchas llamadas. Con la otra mano fotos, fotos.
Es 20 de abril. Gracias a todos. Me hago mayor.
Paseo. No pienso tocar la furgoneta en las siguientes 15 horas.
Y de repente el pom pom.
Tambores.
Ya empiezan. Persigo al sonido.
Llego a una plaza de toros.
Pom.
Pom.
Pom.
Veo a un hombre con un tambor.
"¿Puedo entrar?"
"Claro, claro".
20 tambores. El cuerpo se eriza sin permiso.
Dicen que el viernes serán cientos y cientos.
Emoción.
Me voy a la habitación.
Desde allí la carretera.
Y en ella coches que aparcan.
Y gente que baja.
Con maletas.
Y tambores.
Quiero viernes ya.
Buenas noches sin velas.
Mañana llega compañía.
Mañana soplaré.
Pom.
Pom.
Pierde el Barça y me como un Danone de chocolate.
Pom.
Pom.


DÍA 6 · Diario de ruta · De cirios y molinos · Cañamares · Cañete

*




*
Despertarse, ver que no me ha ocurrido nada a parte de un leve acartonamiento del cuerpo y ducha.
Los baños y duchas de este camping son curiosos.
La luz dura cinco minutos y el grifo de la ducha 7 segundos.

Eso significa prepararse.

Una vez todo listo, la puerta de la ducha abierta, las toallas colgadas y los jabones en su lugar, pulso LUZ.
Corriendo entro en la ducha y empieza el juego de como conseguir que no deje de salir agua del grifo durante los siguientes 5 minutos. Ubico el codo en el lugar preciso y voy pulsando para que el hilo de agua no cese y así, dos manos libres para coger jabón, lavar pelo.
4.56 minutos.
Quedan 4 segundos. Voy sacando jabón. Cojo toalla. Adiós luz. Casi...Abandono el camping.

Desayunaré en Cuenca aunque ya la conozca. No debería entrar en una ciudad pero allí vamos...
Por el camino encuentro a Villaconejos ...Oh recuerdos.
El mimbre, una furgoneta, yo, brasil, venezuela, panamas, georgia, grecia, taiwanes.....
Hacia alli nos mandó la srta. Benedetta Tagliabue a hacer averiguaciones acerca del mimbre.
Bonito viaje de varios desconocidos con una causa común.

Cuenca, parking, coches,semáforos y un pienso....
Era tan bonito lo que tenían que pensaron que había que contrarrestarlo construyendo la ciudad nueva más fea del mundo. Prefiero un lugar completo y compacto -aunque más feo- al que visitar que este guetto de belleza para turistas.

Fotos de rigor, cruzo el puente aterrorizada por el vértigo, observo a los turistas concentrados y escucho un par de conversaciones de parejas que salen a disfrutar de la semana santa....

"-¿Es por aqui? -Que te he dicho que si! -Y tú que coño sabes si no llevas mapa?".
"-Ostia Paco!... Mira que es tonto. Joder le he dicho que me tire la foto desde allí" (habla sola).

Me voy. A por mis molinos. 100 kilómetros más a la vista y yo que me sigo diciendo que el paisaje de Castilla no es el mio y que añoro ocres y amarillos. Aqui todo es rojo y verde. Voy a Mota del Cuervo.

Los veo! 3 molinos!!! Allí voy. Precipitadamente me meto por el primer camino que encuentro y sorteando baches y dificultades acabo en un vertedero. Hoy no. Hoy molinos. Media vuelta. El molino mirándome. Llegaré. Otra vuelta, un pueblo, una señora, mi molino.... Llego.
Maldigo a los responsables de Vodafones y parecidos y el día en que decidieron colgar a sus antenas y vallas a 4 metros del molino. Welcome to reality, Clara.
Me da igual. Me siento de espaldas y dibujo. Huele a tomillo a mansalva, hace solecito y tengo a mi molino.
Y además no hay nadie, que seguro que los siguientes están invadidos.

Y llego a los siguientes. Verificado. Caca.
No dejen guiarse por mis fotos o fotos de otros.
Efectivamente los molinos son bonitos. Pero el pueblo es feo, hay 5 molinos y 40 guiris y ya.
No se si más al sur habrá más molinos en mejores lugares pero está decidido.

Me vuelvo a Aragón. No me iré a dormir hasta que cambie el paisaje.
Carretera, quesos, jamones y vinos anunciados a mansalva, extraños pueblos y un enjambre de clubs de actividad incierta.

Paro a comer. En el Restaurante Ven y Ven. 3.30.

"Hola, perdón teneis la cocina abierta?"
"Pues claro. ¿Porque no iba a estar abierta?".
"No se. Como que son las 3.30".

Pido.

"¿Y de beber?"
"Nestea".
"Aqui mariconadas de estas no tenemos".

Mmm... Ah si?  Tio rancio tú. Tia rancia yo.
Extraigo mi ordenador, enchufo el cable a su corriente, me conecto a internet, coloco las cámaras, ubico los cables y a escribir y a ignorar.

Aparece un hombre y mira a mi portátil.
"Perdona, tiene el portátil impresora?. Es que tengo que imprimir unas cosas....".
Uy. Uy. Uy.
Me voy.
Coche y llueve.

No explique que cuando dejé las cercanías de Cataluña, perdí a Icatfm y entré en los dominios de KissFm y Radio Maria (especial semana santa).......
Eso, cuando consigo antena y, hundida y desquiciada de tanto cantar cantos del loco y amarales, agradezco profundamente la aparición de.....

RADIO REVOLUTION. LA RADIO BAILABLE DE LA MANCHA Y MANCHUELA.
Trance puro y duro que me sumerge en una suave felicidad corporal.
Y entonces, y antes de perder de nuevo la sintonía, llega el anuncio del día.

"Sala de fiestas Playboy. Un lugar que despertará a todos tus sentidos. ¿Te atreves? El lugar con más glamour de la Mancha. Ahora renovado y con increible nueva plantilla. Playboy. Tu lugar para el disfrute".

Stop.

Pierdo cobertura y, cual es la nueva emisora que aparece en sintonía?

Radio Maria.

Y cual es la primera frase que escucho después del anuncio de Playboy?

"A ver niños, a ver si sabeis contestarme a esta pregunta. Cual es el nombre de esa vela grandota y especial que se enciende con llamitas y que se utiliza en semana santa?".

CIRIO. El cirio pascual.

Madre del amor hermoso.
Lo dejo aqui.
Entre cirios y playboys.....

He conducido muchas horas, estoy durmiendo en un hotel de carretera con ventanas a un muro, el jabón huele igual que el ambientador y la cama tiene un muelle que no me deja respirar. Asi que cansada e inspirada, buenas noches...

Matiz* No dejo de pensar en las innumerables faltas de ortografía que debo estar cometiendo. Perdón! Me falta un redactor jefe y escribo en condiciones deplorables*

DÍA 5 · Diario de ruta · Curvas y disecciones · Lécera · Cañamares

*



*
Día ayer.
8.30 en pie.
Intuyo día de carretera así que para contrarrestrar, bicicleta, con culot incluido y así soy más deportista.
Y el garmin. Mi gps rural, nunca perdida, siempre bien.
Hay un gato raro. Yo creo que en otra vida era un hombre.
Cuestión de actitud.
Le digo adios, cierro la puerta. Al salir ya está en el campo.
Creo que me saluda. Nadie más.
Un tractor.
Ruta tranquila y desértica.
Cuando ya estoy integrada en el paisaje, en medio de una nada muy nada y viendo el cruce que me tiene que llevar de nuevo a la carretera, veo dos animales de 4 patas (mi imaginación dice lobos, mi realidad dice perros) corriendo a sus anchas entre prados y algún árbol.
Me convierto en gato. Agazapada y agarrada a mi bicicleta decido que no voy a acercarme al cruce y, viendo el camino delante de mi, decido integrarme en un campo de patatas y cruzar los 100 metros que me separan del nuevo camino campo a través, con cuatro ojos y una piedra en la mano.
No es miedo. Es trauma. Un día me atacó un perro y....y nada. Tengo miedo.
Me salvo y vuelvo al pueblo. Ducha, maletas y día de dejar mi paradísiaco hotel.
Desayuno en el bar de la gasolinera e intento que las dos camareras del este me sonrían.
Imposible.
Desde la terraza veo pasar a un cura en coche con un requiem a toda pastilla y la ventana bajada.
Luego reaparece el gato y un gritador zaragozano que dice que se ha comprado un tractor.
De segunda mano.
Me voy.
Dirección Cariñena pasando por Fuendetodos donde la casa natal de Goya está cerrada porque es lunes y tambien el Horno Goyesco, el estanco de Goya, el restaurante Goyano y la calle Goyana.
La carretera y el paisaje me dicen que estoy autoexpulsándome de mi paraíso lunático.
Paro en el que intuyo el último pueblo "bonito". Voy a comer en una bonita terraza.
Escaleras arriba, puerta robusta de bar. Entro y nadie.
Ruido en la cocina y ,al final de la barra, lo veo.
Dentro de una vitrina, vestido de ropa de cazador camuflado y con un fusil a su espalda, hay un conejo a dos patas. Disecado. Horror. (se adjunta en las fotos).
Le digo a la mujer que sale de la cocina que quiero comer fuera.
Me dice que imposible que está sola en la barra y que no puede con todo.
En el bar, no hay nadie.
Me voy señora.
Y llego a Cariñena. Y si, se acabó el paraíso.
Carreteras grandes, demasiados camiones, árboles a mansalva, gasolineras a granel, bodegas y bodegones y casas de más de 2 plantas.
Dudo. ¿Debo ir a buscar a mis molinos de viento o me vuelvo al paraíso?
Molinos. Era el objetivo aunque intuya el error.
Miro la carretera en el mapa. Vienen curvas. Ahí voy.
Y madre del amor hermoso.
En el camino ocurren cuatro cosas buenas.
Descubrir a Daroca y a Molina de Aragón con sus murallas y castillos. (Daroca 400% recomendado).
Que me atienda y guie el bonito mecánico de un taller.
Observar a las 5 viejitas con pañuelo y silla con las que me cruzo en Gallocanta.
Y encontrarme, después de dos horas conduciendo sin ver a nadie más que a las 5 viejitas arriba citadas, a 4 cometas en lo alto de un monte en medio de la nada.
Una señal de esperanza.
Lo malo.
Curvas, curvas, curvas y más curvas en un paisaje que no es el mío o que, por demasido visto, me aburre.
Pinares a mansalva y rocas y más pinares. El parque natural del Tajo.
Me cruzo con el Tajo. "Uf. Hola Tajo......Paso de largo que estoy cansada".
Extenuada y agotada llego a Cañamares.
Un cartel inclinado y una bar cerrado me anuncian que hay camping a la vista.
Entro asustada. Da más miedo que el otro.
Me atiende un jovenzuelo.
Caravanas desiertas cubiertas de plástico, un bosque, una furgoneta y un coche.
"Como ves, estamos tranquilitos" dice.
Le digo pues vale.
No pienso pensar y el miedo ya no me da miedo.
Cable de electricidad, por favor. 11 euros por pasar la noche y la advertencia de que los del camping se van a dormir a su casa y que si quiero salir por la mañana que empuje la puerta.
Vale.
Me pongo cerca de los dos coches.
En el camping somos 5, 400 árboles de mucha altura, unos columpios abandonados y una barbacoa oxidada.
Y desgloso a los 5.
Una familia de tres en una furgoneta, un chico en una tienda de campaña con cara de miedo y yo.
Me lo tomo con calma, respiro y me instalo.
Duermo verificando diez veces que todos los seguros están puestos, que las cortinas no dejan ver ni un poco de mi y con doscientas capas por frio polar. Y sobrevivo.

DÍA 4 · Diario de ruta · De cerdos y barrancos · Lécera · Lécera

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*
Ayer decidí quedarme un día más en el Hostal de las tortugas de piedra y las ametralladoras en el jardín.
Me gusta el sitio y me apetece calma, pienso. Ilusa.
Diseño mi día. Me iré a pasear por el pueblo con la libreta y dibujaré.
Desayuno en el bar del hotel, el de la gasolinera, mientras veo a los coches llenar depósito porque me informa Hassan que han bajado los precios.
Empiezo a andar por el pueblo desierto.
Plaza bonita. Perfecta.
Me compraré una manzana y vuelvo.
Entro en el colmado del pueblo.
Una viejita de 90 años y la que supongo su hija, de 60, me esperan.
"Hola, quería una manzana".
En tres segundos soy acribillada y confieso.
Vengo de Barcelona, de momento viajo sola y estoy en el hostal de la gasolinera".
Mi perdición.
Me cuentan que están remodelando un antiguo cobertizo para pollos. Turismo rural.
sin darme cuenta sacan a un marido del almacén, me meten en el coche con él -asegurándome que es de confianza- y empieza la ruta.
Yo, voy con mi manzana.
Visitamos las tres casas en reformas. Una a una, habitación a habitación. Recomendable sin duda.
Me cuenta futuro, presente y pasado.
Majo, majo el señor.
Ven, venga! Que te llevo de paseo.
Coche y a ver la poza y el cementerio del pueblo.
Una vez allí me cuenta que tienen cerdos.
¿Quieres ir a la granja?
Camino de tierra y yo pensando que bien que la mujer me ha rejurado que era de fiar.
Allí, visito el lugar y el señor me cuenta como funciona el negocio.
Negocio en auge y práctico. Cuatro meses para engordar 480 cerdos y le pagan 2000 pesetas por cerdo.
Conozco a un gato que tiene dos hijos y a un perro con mala pinta.
Le digo al señor que sin duda he ido a parar a la familia de emprendedores del pueblo.
Le gusta.
Me cuenta más cosas.
Paseamos más y adios. Que curioso, pienso yo. Encantada, claro.
Bonito encontrar gente así.
Demasiado tarde para dibujar. Las 2.
Voy a dar una pequeña vuelta en coche y luego tarde de hotel.
Me direcciono hacia Albalate del Arzobispo que son solo 19 kilómetros y seguro que en línea recta.
2 kilómetros y lo veo. El vertedero. No hablaré de él. Ya colgué las fotos. Pero increible y solitario lugar.
Contínuo. Escuchar Icat Fm. en la radio me recuerda que sigo a tres pasos de Cataluña.
De repente, las veo. Casas y casas de una planta, distribuidas aleatoriamente por montes y llanuras.
Derruidas todas. Más bombas. Quiero. Fotos.
Derrape y camino de carro para dentro.
Arquitectos del mundo. Este lugar es un paraíso de casas de piedra y adobe.
Un paraíso de la reconstrucción, de las texturas, de la imaginación.
Me como mi manzana y en catarsis vuelvo al ritual del paro, foto, paro, foto.
Es curioso. (Y espero que todo el mundo concuerde conmigo y no crea que soy anormal).
Cuando uno entra en la fase "poseida por la emoción" se olvida de mirar al suelo, tropieza, se baja del coche sin el freno puesto, se olvida de que su pelo es polvo, mordisquea la cámara y vuelve a tropezar. Me gusta.
En el camino. 1,2,5,10, 15 liebres y entonces, un microtornado.
Es de densidad 0,01 y de potencia 0,001 y se disuelve en 0,0001 segundos pero yo, hasta he frenado.
Ridícula si.

Y luego..

Me he paseado por tierras rojas, blancas, ocres y grises, con barrancos, buitres y rios.

He parado en la vera de una carretera ante el cartel "aguas termales" y he visto un charco, dos charcos, tres charcos, con dos señoras chapoteando. Me he parado, me he descalzado y me he relajado.
Luego he cogido mi depósito de agua y lo he llenado.
20 litros de agua termal del rio de san martín pa mi.

He visto en la cima de una montaña y dando mucho miedo el santuario de nuestra señora de Arcos y he rogado para que alguien del gobierno "alquile" ya a unos cuantos arquitectos en paro y los ponga a reformar, antes de que tal edificio increible se desplome. Vamos, que menos asfalto y más de antaño.
Paro que se me dispara el discurso.
No me he atrevido a entrar por miedo, mucho. He visto fantasmas.

Y me he hecho fotos en una carretera alta y delgada con destino comedero de aves rapaces y pinturas rupestres a los que he ignorado por exceso de información.

Caña, bar, hotel, ducha y, para variar, cigarro.

si. sigo fumando.

Arquitecturas del despojo · LÉCERA

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En Cataluña prohibieron los vertederos de este tipo hace mucho tiempo.
A mi siempre me han encantado.
Entre lo abandonado se crean composiciones, equilibrios y yo, me paseo entre las ruinas, cámara en mano y ojo emocionado.
Cada vez cuesta más dar con ellos.
Por eso, cuando salgo a pasear, ando ojo a vizor.
Hoy, tesoro*









































* Clara Nubiola